En el Imperio Bizantino las ciudades eran muy importantes, las más importantes fueron Constantinopla Efeso y Tesalónica. Las ciudades tenían las mismas funciones que las ciudades romanas tenían edificios gubernamentales y armada. En estas ciudades se desarrollo una artesanía de gran calidad y eran lugares de tratos comerciales.
El Imperio Bizantino poseía una gran prosperidad económica. Los bizancios tenían el control del mercado en el mar Mediterráneo y también en los caminos que conectaban Europa con Asia y África. Por eso, la principal forma de pago alrededor del Mediterráneo fueron las monedas bizantinas.
En un principio el Imperio Bizantino tenía el mismo estilo de vida que el Imperio Romano. Tras la muerte de Justiniano, se empezaron a coger cada vez más elementos griegos, el idioma oficial se convirtió en griego y la Iglesia Bizantina se fue alejando de la Iglesia Romana. Cómo las diferencias entre ambas iglesias eran cada vez más grandes en el año 1054 d.C. en la Iglesia Católica se separó por completo de la Iglesia Bizantina u ortodoxa.
En el Imperio Bizantino el estilo de vida era muy religioso y aquello causaba varios disturbios. Por ejemplo en el siglo VIII los emperadores prohibieron alabar a las figuras religiosas. Aquella decisión causó muchas molestias y al final decidieron retirarla.
El Imperio Bizantino desarrollo un arte muy valioso y como la religión era muy importante, las obras de arte tenían mucho que ver con ella. En arquitectura, lo más destacable eran las iglesias, uno de los elementos más importantes eran las cúpulas. La Basílica de Santa Sofía (actualmente) mezquita es el mejor ejemplo.
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